01 | Palabras de Agur, hijo de Iaqué, de Masá. Oráculo de este gran hombre: ¡Me he fatigado, Dios, me he fatigado, Dios, y estoy exhausto! |
02 | Sí, soy demasiado torpe para ser un hombre y no tengo la inteligencia de un ser humano; |
03 | nunca aprendí la sabiduría, ¡y qué puedo saber de la ciencia del Santo! |
04 | ¿Quién subió a los cielos y descendió? ¿Quién recogió el viento en sus puños? ¿Quién contuvo las aguas en su manto? ¿Quién estableció los confines de la tierra? ¿Cuál es su nombre y el nombre de su hijo, si es que lo sabes? |
05 | Toda palabra de Dios es acrisolada, Dios es un escudo para el que se refugia en él. |
06 | No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y seas tenido por mentiroso. |
07 | Hay dos cosas que yo te pido, no me la niegues antes que muera: |
08 | aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des ni pobreza ni riqueza, dame la ración necesaria, |
09 | no sea que, al sentirme satisfecho, reniegue y diga: «¿Quién es el Señor?», o que, siendo pobre, me ponga a robar y atente contra el nombre de mi Dios. |
10 | No denigres a un servidor delante de su patrón, no sea que él te maldiga y cargues con la culpa. |
11 | Hay cierta clase de gente que maldice a su padre y no bendice a su madre, |
12 | gente que se considera pura y no se ha lavado de su inmundicia. |
13 | ¡Qué altaneros son los ojos de esa gente, cuánto desdén hay en sus miradas! |
14 | Sus dientes son espadas y sus mandíbulas, cuchillos, para devorar a los desvalidos de la tierra y a los más pobres entre los hombres. |
15 | La sanguijuela tiene dos hijas: «¡Dame!» y «¡Dame!». Hay tres cosas insaciables y cuatro que nunca dicen: «¡Basta!». |
16 | el Abismo y el vientre estéril, la tierra, que no se sacia de agua, y el fuego, que nunca dice: «¡Basta!». |
17 | Al ojo que se burla de su padre y desprecia la vejez de su madre, lo vaciarán los cuervos del torrente y lo devorarán los aguiluchos. |
18 | Hay tres cosas que me superan y cuatro que no comprendo: |
19 | el camino del águila en el cielo, el camino de la serpiente sobre la roca, el camino del hombre en una joven. |
20 | Esta es la conducta de la mujer adúltera: come, se limpia la boca y exclama: «¡No hice nada malo!». |
21 | Por tres cosas tiembla la tierra y hay cuatro que no puede soportar: |
22 | un esclavo que llega a rey, un tonto que se harta de pan, |
23 | una mujer odiada que encuentra marido y una esclava que hereda a su señora. |
24 | Hay cuatro seres, lo más pequeños de la tierra, que son sabios entre los sabios: |
25 | las hormigas, pueblo sin fuerza, que aseguran sus provisiones en verano; |
26 | los damanes, pueblo sin poder, que instalan sus casa en la roca; |
27 | las langostas, que no tienen rey, pero avanzan todas en escuadrones; |
28 | la lagartija, que puedes agarrar con la mano, pero habita en los palacios de los reyes. |
29 | Hay tres cosas de paso majestuoso y cuatro que caminan con elegancia: |
30 | el león, el más fuerte entre los animales, que no retrocede ante nada; |
31 | el gallo vigoroso, o el chivo, y el rey al frente de su regimiento. |
32 | Si fuiste tan tonto que te exaltaste a ti mismo y luego reflexionaste, tápate bien la boca, |
33 | porque apretando la leche se saca manteca, apretando la nariz se saca sangre y apretando la ira se saca una disputa. |