01 | De David. Yo te invoco, Señor; tú eres mi Roca, no te quedes callado, porque si no me respondes, seré como los que bajan al sepulcro. |
02 | Oye la voz de mi plegaria, cuando clamo hacia ti, cuando elevo mis manos hacia tu Santuario. |
03 | No me arrastres con los malvados ni con los que hacen el mal: con los que hablan de paz a su prójimo, mientras su corazón está lleno de maldad. |
04 | Trátalos conforme a sus acciones, como corresponde a su mala conducta; trátalos según la obra de sus manos, págales su merecido. |
05 | Ellos no valoran lo que hace el Señor ni la obra de sus manos: por eso él los derribará y no volverá a edificarlos. |
06 | Bendito sea el Señor, porque oyó la voz de mi plegaria; |
07 | el Señor es mi fuerza y mi escudo, mi corazón confía en él. Mi corazón se alegra porque recibí su ayuda: por eso le daré gracias con mi canto. |
08 | El Señor es la fuerza de su pueblo, el baluarte de salvación para su Ungido. |
09 | Salva a tu pueblo y bendice a tu herencia; apaciéntalos y sé su guía para siempre. |