01 | De David. Combate, Señor, a los que me atacan, pelea contra los que me hacen la guerra. |
02 | Toma el escudo y el broquel, levántate y ven en mi ayuda; |
03 | empuña la lanza y la jabalina para enfrentar a mis perseguidores; dime: «Yo soy tu salvación». |
04 | Que sufran una derrota humillante los que intentan quitarme la vida; que vuelvan la espalda confundidos los que traman mi perdición. |
05 | Que sean como la paja ante el viento, mientras el Angel del Señor los arrastra; |
06 | que su camino sea oscuro y resbaladizo, mientras el Angel del Señor los persigue. |
07 | Porque me tendieron sus redes sin motivo y me cavaron una fosa mortal: |
08 | ¡que los sorprenda un desastre imprevisto; que sean atrapados por sus propias redes, y caigan en la fosa que ellos mismos cavaron! |
09 | Pero yo me alegraré en el Señor, me regocijaré por su victoria; |
10 | todo mi ser proclamará: «Señor, no hay nadie igual a ti; tú libras al débil de las manos del más fuerte, y al pobre, de aquel que lo despoja». |
11 | Se presentan contra mí testigos falsos; me piden cuenta de cosas que ignoro; |
12 | me devuelven mal por bien, dejando mi alma desolada. |
13 | Yo, en cambio, cuando ellos estaban enfermos, me cubría con ropas de penitente, afligía mi alma con ayunos y oraba con la cabeza inclinada. |
14 | Ellos eran para mí como un amigo o un hermano, y yo andaba triste y abatido, como quien llora la muerte de su madre. |
15 | Pero cuando tropecé ellos se alegraron, se juntaron todos contra mí y me golpearon sorpresivamente; me desgarraban sin cesar, |
16 | se burlaban de mí con crueldad y rechinaban contra mí sus dientes. |
17 | Señor, ¿cuánto tiempo vas a tolerarlo? Líbrame de los animales rugientes, salva mi vida de los leones; |
18 | y te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré en medio de una multitud. |
19 | ¡Que no canten victoria mis enemigos traicioneros, ni se guiñen el ojo los que me odian sin motivo! |
20 | Ellos no hablan de paz, sino que atacan a los oprimidos de la tierra; traman planes engañosos |
21 | y se ríen de mí a carcajadas, diciendo: «Lo hemos visto con nuestros propios ojos». |
22 | Tú también lo has visto, Señor, no te calles; no te quedes lejos de mí, Señor; |
23 | ¡despiértate, levántate, Dios mío, Señor mío, defiende mi causa! |
24 | Júzgame según tu justicia, Señor; Dios mío, que no canten victoria sobre mí; |
25 | que no piensen: «Se cumplió nuestro deseo», ni digan: «Lo hemos devorado». |
26 | Que sufran una derrota humillante los que se alegran de mi desgracia; que se cubran de confusión y de vergüenza los que se envalentonan contra mí. |
27 | Canten, en cambio, y alégrense, los que desean mi triunfo; los que desean mi felicidad, repitan siempre: «¡Qué grande es el Señor que en la paz de su siervo se complace!». |
28 | Entonces mi lengua pregonará tu justicia, y cada día proclamaré tu alabanza. |