01 | Salmo de David. Cuando huía de su hijo Absalón |
02 | Señor, ¡qué numerosos son mis adversarios, cuántos los que se levantan contra mí! |
03 | ¡Cuántos son los que dicen de mí: «Dios ya no quiere salvarlo»! |
04 | Pero Tú eres mi escudo protector y mi gloria, tú mantienes erguida mi cabeza. |
05 | Invoco al Señor en alta voz, y él me responde desde su santa Montaña. |
06 | Yo me acuesto y me duermo, y me despierto tranquilo porque el Señor me sostiene. |
07 | No temo a la multitud innumerable, apostada contra mí por todas partes. |
08 | ¡Levántate, Señor! ¡Sálvame, Dios mío! Tú golpeas en la mejilla a mis enemigos y rompes los dientes de los malvados. |
09 | ¡En ti, Señor, está la salvación, y tu bendición sobre tu pueblo! |