01 | Del maestro de coro. Salmo de David. |
02 | Escucha oh Dios la voz de mi lamento, protégeme mi vida del temible enemigo. |
03 | Escóndeme de la conjura de los perversos y del motín de los malechores. |
04 | Afilan sus lenguas como espadas y disparan como flechas palabras venenosas, |
05 | para herir a escondidas al inocente, para herirlo por sorpresa y sin riesgo. |
06 | Se animan al delito, calculan como esconder trampas y dicen: «¿Quién lo descubrirá?». |
07 | Inventan maldades y ocultan sus invenciones porque su mente y su corazón no tienen fondo. |
08 | Pero Dios los acribilla a flechazos, por sopresa los cubre de heridas; |
09 | su misma lengua los lleva a la ruina, y los que lo ven menean la cabeza. |
10 | Todo el mundo se atemoriza, proclama la obra de Dios y medita sus acciones. |
11 | El justo se alegra con el Señor, se refugia en Él; y se felicita a los rectos de corazón. |