01 | Del maestro de coro. Según la melodía de «Los lirios». De David. |
02 | ¡Sálvame, Dios mío, porque el agua me llega a la garganta! |
03 | Estoy hundido en el fango del Abismo y no puedo hacer pie; he caído en las aguas profundas, y me arrastra la corriente. |
04 | Estoy exhausto de tanto gritar, y mi garganta se ha enronquecido; se me ha nublado la vista de tanto esperar a mi Dios. |
05 | Más numerosos que los cabellos de mi cabeza son los que me odian sin motivo; más fuertes que mis huesos, los que me atacan sin razón.¡Y hasta tengo que devolver lo que yo no he robado! |
06 | Dios mío, tú conoces mi necedad, no se te ocultan mis ofensas. |
07 | Que no queden defraudados por mi culpa los que esperan en ti, Señor del universo; que no queden humillados por mi causa los que te buscan, Dios de Israel. |
08 | Por ti he soportado afrentas y la vergüenza cubrió mi rostro; |
09 | me convertí en un extraño para mis hermanos, fui un extranjero para los hijos de mi madre: |
10 | porque el celo de tu Casa me devora, y caen sobre mí los ultrajes de los que te agravian. |
11 | Cuando aflijo mi alma con ayunos, aprovechan para insultarme; |
12 | cuando me visto de penitente, soy para ellos un motivo de risa; |
13 | los que están a la puerta murmuran contra mí, y los bebedores me hacen burla con sus cantos. |
14 | Pero mi oración sube hasta ti, Señor, en el momento favorable: respóndeme, Dios mío, por tu gran amor, sálvame, por tu fidelidad. |
15 | Sácame del lodo para que no me hunda, líbrame de los que me odian y de las aguas profundas; |
16 | que no me arrastre la corriente, que no me trague el Abismo, que el Pozo no se cierre sobre mí. |
17 | Respóndeme, Señor, por tu bondad y tu amor, por tu gran compasión vuélvete a mí; |
18 | no le ocultes el rostro a tu servidor, respóndeme pronto, porque estoy en peligro. |
19 | Acércate a mi y rescátame, líbrame de mis enemigos: |
20 | tú conoces mi afrenta, mi vergüenza y mi deshonra, todos mis enemigos están ante ti. |
21 | La vergüenza me destroza el corazón, y no tengo remedio. Espero compasión y no la encuentro, en vano busco un consuelo: |
22 | pusieron veneno en mi comida, y cuando tuve sed me dieron vinagre. |
23 | Que su mesa se convierta en una trampa, y sus manjares, en un lazo; |
24 | que se nuble su vista y no vean y sus espaldas se queden sin fuerza. |
25 | Descarga sobe ellos tu indignación, que los alcance el ardor de tu enojo; |
26 | que sus poblados se queden desiertos y nadie habite en sus carpas. |
27 | Porque persiguen al que tú has castigado y aumentan los dolores del que tú has herido. |
28 | Impútales una culpa tras otra, no los declares inocentes; |
29 | bórralos del Libro de la Vida, que no sean inscritos con los justos. |
30 | Yo soy un pobre desdichado, Dios mío, que tu ayuda me proteja: |
31 | así alabaré con cantos el nombre de Dios, y proclamaré su grandeza dando gracias; |
32 | esto agradará al Señor más que un toro, más que un novillo con cuernos y pezuñas. |
33 | Que lo vean los humildes y se alegren, que vivan los que buscan a Dios: |
34 | porque el Señor escucha a los pobres y no desprecia a sus cautivos. |
35 | Que lo alaben el cielo, la tierra y el mar, y todos los seres que se mueven en ellos; |
36 | porque Dios salvará a Sión y volverá a edificar las ciudades de Judá: |
37 | el linaje de sus servidores la tendrá como herencia, y los que aman su nombre morarán en ella. |