01 | Poema de Asaf.¿Por qué, oh Dios, nos rechazaste para siempre y arde tu indignación contra las ovejas de tu rebaño? |
02 | Acuérdate de pueblo que adquiriste en otro tiempo, de la tribu que rescataste para convertirla en tu herencia; acuérdate de Sión, donde pusiste tu Morada. |
03 | Vuelve tus pasos hacia esta ruina completa: todo lo destruyó el enemigo en el Santuario. |
04 | Rugieron tus adversarios en el lugar de tu asamblea, pusieron como señales sus propios estandartes. |
05 | Alzaron sus hachas como en la espesura de la selva; |
06 | destrozaron de un golpe todos los adornos, los deshicieron con martillos y machetes; |
07 | prendieron fuego a tu Santuario, profanaron, hasta arrasarla, la Morada de tu Nombre. |
08 | Habían pensado: «Acabemos con ellos, quememos todos los templos de Dios en el país». |
09 | Ya no vemos señales ni quedan profetas: no hay nadie entre nosotros que sepa hasta cuándo. |
10 | ¿Hasta cuándo, oh Dios, te insultará el enemigo? ¿Nunca cesará el adversario de despreciar tu Nombre? |
11 | ¿Por qué retiras tu mano, Señor, y la mantienes oculta en el pecho? |
12 | Pero tú, oh Dios, eres mi Rey desde el principio, tú lograste victorias en medio de la tierra: |
13 | deshiciste el Mar con tu poder y quebraste las cabezas del dragón marino; |
14 | aplastaste las cabezas de Leviatán y lo diste como alimento a las fieras del desierto. |
15 | Hiciste brotar manantiales y torrentes, secaste los ríos caudalosos; |
16 | tuyo es el día, tuya también la noche, tú afirmaste la luna y el sol; |
17 | fijaste las fronteras de la tierra, formaste el verano y el invierno. |
18 | Recuerda, Señor, que el enemigo te ha ultrajado, un pueblo insensato ha despreciado tu Nombre: |
19 | no entregues a los buitres la vida de tu Paloma ni te olvides para siempre de los pobres. |
20 | Ten presente tu alianza, porque todos los rincones del país están repletos de violencia. |
21 | Que el débil no retroceda lleno de confusión, que el pobre y el oprimido alaben tu Nombre. |
22 | Levántate, oh Dios, defiende tu causa, recuerda que el insensato te ultraja sin cesar. |
23 | No olvides los gritos de tus adversarios, porque crece el tumulto de los que se alzan contra ti. |