| La excelente ofrenda para las ánimas del purgatorio es que ofrezcas tu comunión por su purificación, para que ellos estén también hoy en el paraiso. Las palabras de Jesús, con ese estar presentes en su pasión muerte y resurreción sacramental, se escuchan por la fe en los corazcones de los fieles: «Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso». (Lc 23, 43) | |