El pequeño Esteban de seis años, estaba pasando unos días con su abuela. Llevaba un rato jugando fuera con otros niños cuando entró en la casa y pregunta: - Abuela, ¿Cómo se llama cuando dos personas duermen en el mismo cuarto y una de ellas está encima de la otra? La abuela se sorprende, duda un momento pero decide finalmente decirle la verdad al niño: - A eso se le llama relaciones sexuales, hijito. El pequeño Esteban dijo: - Aaahhhh, bien, gracias abuela y volvió a salir a charlar y a jugar con los otros niños. Unos minutos después volvió a entrar y dijo todo enfadado: - Abuela, no se llaman relaciones sexuales, se llaman literas y en algunos países los llaman camarotes, se usan cuando en los cuartos no hay mucho espacio para dos camas!.. Y la mamá de Diego quiere hablar contigo. Esta pequeño y graciosa historia nos ilustra sobre cómo debemos cuidar nuestras palabras al tratar con los niños, criaturas tan delicadas. Y también sobre cómo el pensamiento predominante en la mente de una persona aflora con tanta facilidad. LUIS JÄEGER FERNÁNDEZ. |