Dios conoce las consecuencias del pecado en nuestra vida, y no es ajeno a nuestra realidad. La zarza ardiente.Los ciriales nos hablan de Jesús, nuestro Salvador, cuando el dijo: "YO SOY LA LUZ del mundo". La presencia de la luz que no acaba, del fuego que no se consume, y en las palabras, YO SOY, hacen eco del suceso de la zarza ardiente, cuando YAHVE platica con Moisés. (Ex 3). A través de esa luz, de ese fuego, Dios Padre nos habla también a nosotros:
Dios Envió a su Hijo para que nos hablara y nos dijera " Yo soy" me envió a ustedes. En todo momento de la liturgia, al ver el cirio o los ciriales, Dios te dice "Se lo que te pasa, conozco tu sufrimiento; tu clamor ha llegado a mí, y he decidido liberarte de esa opresión. Confía en mí.". ¡Deja que Cristo transforme tu vida a través de la liturgia! |
Todos los hombres somos pecadores | Dios nos salva - En el principio existía la Palabra