Pongamos atención al momento de rezar el "Yo pecador". Es un momento que nos remonta a la parábola del fariseo y el publicano. En ella se nos enseña que no debemos despreciar a nadie por sus pecados y que quién piense que no tiene pecado, ya es esclavo de la soberbia, y la verdad de Dios no vive en él.No hay un solo hombre que pueda salvarnosPero durante el rezo vemos que todos, absolutamente todos, incluidos los sacerdotes, somos pecadores. Y si comprendemos que el pecado produce esclavitud, entonces no hay un solo hombre libre que pueda liberarnos. Y si sabemos que el pecado produce muerte, entonces no hay un solo hombre que pueda devolvernos la vida. Salvarnos entre hombres es equivalente a ser ciegos queriendo guiar a otros ciegos. ¿Quién podrá salvarnos del pecado?Ya que todos somos pecadores, entendemos que solo Dios salva. Así que conscientes de esta realidad, rezemos el Kyrie Eleison (Señor, ten piedad) para invocar a Dios y nos conceda la salvación. |
El pecado nos hace esclavos. Caminemos con las manos unidas. | Dios nos salva. He visto la opresión de mi pueblo.