01 | ¡Muerte, qué amargo es tu recuerdo para el que vive tranquilo en medio de sus bienes, para el hombre despreocupado, a quien todo le va bien y aún tiene vigor para disfrutar de la vida! |
02 | ¡Muerte, tu sentencia es bienvenida para el hombre necesitado y sin fuerzas, gastado por los años y lleno de ansiedades, que se rebela y ha agotado su paciencia! |
03 | No temas a tu sentencia de muerte, recuerda a los que te precedieron y te seguirán. |
04 | Esta es la sentencia del Señor para todo ser viviente: ¿por qué oponerse a la voluntad del Altísimo? Aunque vivas diez, cien o mil años, en el Abismo no te echarán en cara lo que hayas vivido. |
05 | Los hijos de los pecadores son gente abominable que frecuentan las casas de los impíos. |
06 | La herencia de los hijos de los pecadores va a la ruina, con su descendencia se perpetúa su infamia. |
07 | Un padre impío se atrae los reproches de sus hijos, porque es a él a quien deben su infamia. |
08 | ¡Ay de ustedes, hombres impíos, que han abandonado la Ley del Dios Altísimo! |
09 | Si ustedes nacen, nacen para la maldición, y si mueren, les tocará en suerte la maldición. |
10 | Todo lo que sale de la tierra, vuelve a la tierra: así pasan los impíos, de la maldición a la ruina. |
11 | Los hombres se lamentan porque perece su cuerpo. y en cuanto a los pecadores, hasta su mal nombre se borrará.. |
12 | Cuida tu buen nombre, porque eso te quedará mucho más que mil tesoros de oro. |
13 | Una vida feliz tiene sus días contados, pero el buen nombre permanece para siempre. |
14 | Hijos míos, observen en paz mi enseñanza. Sabiduría escondida y tesoro invisible: ¿de qué sirven una cosa y la otra? |
15 | Es preferible el hombre que disimula su necedad al que oculta su sabiduría. |
16 | Por lo tanto, sientan vergüenza de lo que les voy a indicar, porque no está bien avergonzarse por cualquier cosa ni toda vergüenza merece ser igualmente aprobada. |
17 | Tengan vergüenza de la fornicación ante su padre y su madre, y de la mentira, ante un jefe y un poderoso; |
18 | del delito ante un juez y un magistrado, y de la iniquidad ante la asamblea del pueblo |
19 | de la injusticia ante un compañero y un amigo, y del robo ante su vecindario; |
20 | de violar un juramento y un pacto, y de apoyar los codos en la mesa; |
21 | de dar o recibir con desdén, y de no devolver el saludo; |
22 | de mirar a una prostituta, y de dar vuelta la cara a un pariente; |
23 | de quitar a otro su parte o el regalo que recibió, y de mirar a una mujer casada; |
24 | de tener intimidades con tu sirvienta, ¡no te acerques a su lecho! |
25 | de decir palabras hirientes a tus amigos ¡lo que les des no se lo eches en cara! |
26 | de repetir lo que has oído y de revelar los secretos. |
27 | Entonces sentirás una auténtica vergüenza, y serás bien visto por todos lo hombres. |