01 | Pero no te avergüences de lo siguiente y no peques por temor a los que pensarán de ti: |
02 | no te avergüences de la Ley del Altísimo y de la Alianza, ni de la sentencia que hace justicia al impío; |
03 | de hacer las cuentas con los compañeros de vieja, ni compartir una herencia con otros; |
04 | de usar pesas y medidas exactas, ni de obtener ganancias grandes o pequeñas; |
05 | de lograr beneficios en el comercio, de corregir frecuentemente a tus hijos, ni de hacer sangrar las espaldas de un mal servidor. |
06 | Conviene poner bajo sello a una mujer infiel, y donde hay muchas manos tener las cosas bajo llave. |
07 | Cuenta y pesa bien lo que depositas, y lo que das y recibes, que esté todo por escrito. |
08 | No te avergüences de corregir el insensato y al necio, ni al anciano decrépito que rivaliza con los jóvenes. Así demostrarás que estás verdaderamente instruido y serás estimado por todo el mundo. |
09 | Una hija es para su padre causa secreta de insomnio, y la preocupación por ella le quita el sueño: cuando es joven, se le puede pasar la edad, y si está casada, puede ser aborrecida. |
10 | Mientras es virgen, puede ser violada y quedar embarazada en la casa paterna. Si tiene marido, puede ser infiel, si ya convive, puede ser estéril. |
11 | Si tu hija es atrevida, vigílala bien, no sea que te convierta en la burla de tus enemigos, en la habladuría de la ciudad y el comentario de la gente, y te cubra de vergüenza a los ojos de todos. |
12 | No fijes tus ojos en la belleza de nadie ni trates con familiaridad a las mujeres. |
13 | Porque de la ropa sale la polilla y de la mujer, una malicia de mujer. |
14 | Más vale malicia de hombre que bondad de mujer: una mujer avergüenza hasta la ignominia. |
15 | Ahora voy a recordar las obras del Señor, lo que yo he visto, lo voy a relatar: por las palabras del Señor existen sus obras. |
16 | El sol resplandeciente contempla todas las cosas, y la obra del Señor está llena de su gloria. |
17 | No ha sido posible a los santos del Señor relatar todas sus maravillas, las que el Señor todopoderoso estableció sólidamente para que el universo quedara afirmado en su gloria. |
18 | El sondea el abismo y el corazón, y penetra en sus secretos designios, porque el Altísimo posee todo el conocimiento y observa los signos de los tiempos. |
19 | El anuncia el pasado y el futuro, y revela las huellas de las cosas ocultas: |
20 | ningún pensamiento se le escapa, ninguna palabra se le oculta. |
21 | El dispuso ordenadamente las grandes obras de su sabiduría, porque existe desde siempre y siempre; nada ha sido añadido, nada ha sido quitado, y él no tuvo necesidad de ningún consejero. |
22 | ¡Qué deseables son todas sus obras! Y lo que vemos es apenas una chispa! |
23 | Todo tiene vida y permanece para siempre, y todo obedece a un fin determinado. |
24 | Todas las cosas van en pareja, una frente a otra, y él no ha hecho nada incompleto: |
25 | una cosa asegura el bien de la otra. ¿Quién se saciará de ver su gloria? |