01 | Job respondió, diciendo: |
02 | ¡Ah, si pudiera pesarse mi dolor y se pusiera en la balanza toda mi desgracia! |
03 | Ahora pesarían más que la arena del mar, ¡por eso digo tantos desatinos! |
04 | Las flechas del Todopoderoso están clavadas en mí y mi espíritu absorbe su veneno; los terrores de Dios están enfilados contra mí. |
05 | ¿Rebuzna el asno salvaje sobre la hierba verde o muge el toro junto a su forraje? |
06 | ¿Se come sin sal un alimento insípido o tiene sabor la clara de huevo? |
07 | Lo que yo me resistía incluso a tocar es mi alimento en la enfermedad. |
08 | ¡Si al menor se cumpliera mi pedido y Dios me concediera lo que espero! |
09 | ¡Si Dios se decidiera a aplastarme, si soltara su mano y me partiera en dos! |
10 | Entonces tendría de qué consolarme y saltaría de gozo en mi implacable tormento, por no haber renegado de las palabras del Santo. |
11 | ¿Qué fuerza tengo para poder esperar? ¿Cuál es mi fin para soportar con paciencia? |
12 | ¿Tengo acaso la resistencia de las piedras o es de bronce mi carne? |
13 | No, no encuentro ninguna ayuda dentro de mí mismo y se me han agotado los recursos. |
14 | Bien merece la lealtad de su amigo el hombre deshecho que ha perdido el temor a Dios. |
15 | Pero mis hermanos me han traicionado como un torrente, como el cauce de los torrentes pasajeros, |
16 | que corren turbios durante el deshielo, arrastrando la nieve derretida. |
17 | Al llegar el verano, se evaporan; con el calor, se extinguen en su propio lecho. |
18 | Las caravanas desvían su trayecto, se internan en el desierto y perecen. |
19 | Las caravanas de Temá vuelven los ojos hacia ellos, los viajantes de Sabá esperan encontrarlos. |
20 | Pero se avergüenzan de haber esperado, llegan hasta allí, y quedan defraudados. |
21 | Así son ahora ustedes para mí: ven algo horrible, y se llenan de espanto. |
22 | Yo nunca les dije: «Denme algo, regálenme una parte de sus bienes, |
23 | líbrenme del poder del enemigo, rescátenme de las manos de los violentos». |
24 | Instrúyanme, y yo me callaré; háganme entender dónde está mi error, |
25 | ¿Acaso son hirientes las palabras rectas? Pero ¿qué se arregla con los reproches de ustedes? |
26 | ¿O pretenden arreglarlo todo con reproches, mientras echan al viento las palabras de un desesperado? |
27 | ¡Ustedes echarían suertes sobre un huérfano y traficarían con su propio amigo! |
28 | ¡Decídanse de una vez, vuélvanse hacia mí! ¿Acaso les voy a mentir en la cara? |
29 | Vuelvan, les ruego, y que no haya falsedad; vuelvan, está en juego mi justicia. |
30 | ¿Acaso hay falsedad en mi lengua o mi paladar no sabe discernir la desgracia? |