En diversas ocasiones y bajo diferentes formas Dios ha hablado a su pueblo por medio de los profetas, hasta estos días, en que nos habló a nosotros por medio de su Hijo Jesucristo. (Cfr Heb 1, 1-2) Desde el momento del primer pecado, Dios nos promete un salvador, un mesías, su ungido. Los corazones que desean experimentar el amor de Dios, esperan con ansia al Cristo. Y el Verbo se hizo carne, y le pusieron por nombre Jesús. Jesús (que significa Dios salva) nos invita a creerle a él. ¿Esperas al mesías, al salvador, al Cristo? Yo Soy, te contesta Jesús. (Cfr Jn 4, 21-26) Jesús, transparentando completamente quién es, aplica para sí mismo el nombre con el que Dios se revela a Moisés en la zarza ardiente: YO SOY. (Ex 3). Jesús es uno con YO SOY, es uno con YAHVE, y es efectivamente Él JESUS, es Dios mismo quien nos salva por medio de su Hijo. Los ciriales durante la liturgia son signo de Jesucristo, Luz del mundo. Y podemos usar este signo porque el mismo Cristo lo dijo: "Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida." (Jn 8, 12). Así que en los ciriales, Cristo Jesús nos habla para iluminarnos y revelarse diciendo: YO SOY. Hay tres momentos principales en los cuales los ciriales nos hablan de nuestro Salvador: YO SOY EL CAMINO![]() En la procesión de entrada, vemos a Cristo Jesús que nos dice: YO SOY el camino. Es el Salvador que nos acompaña en nuestro caminar hacia el verdadero encuentro con Dios, un encuentro a través del camino de la pascua. Cristo es el profeta prometido y esperado, que ha bajado del cielo para mostrarnos el camino al cielo, a la tierra donde Dios Padre nos espera. Nadie puede ir al Padre si no es por medio de Cristo Jesús. (Jn 14, 6) YO SOY LA VERDAD![]() Al momento del evangelio, los ciriales nos anuncian a Cristo que dice: "YO SOY la Verdad". Ya que el pecado produce esclavitud, nuestro Salvador, único hombre libre, es la Verdad que nos hará libres (Jn 8, 31-33). Atendiendo sus enseñanzas, su mensaje, su Evangelio, entraremos ahí donde Cristo es Rey (Jn 18, 36-37). YO SOY LA VIDA![]() En la consagración, es el momento de la vida. Cristo, Luz del mundo, nos ilumina y nos recuerda: "YO SOY la resurrección y la vida, el que cree en mi, aunque muera, vivirá. (Jn 11, 25). El pecado produce muerte, pero en Cristo, único hombre que nunca pecó, Dios nos envía la vida para nuestra salvación. Y esa vida se nos transmite de una forma maravillosa, como dijo el mismo Cristo: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre, y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida." ( Jn, 6, 51) Cuando contemples los ciriales, deja que YO SOY entre en tu corazón con sus palabras. ¡Deja que Cristo transforme tu vida a través de la liturgia! |
La salvación es Cristo, el Ungido | La salvación es Jesús - Me amó y se entregó por mí