01 | Vale más el buen nombre que las muchas riquezas, y ser estimado vale más que la plata y el oro. |
02 | El rico y el pobre tienen esto en común: el Señor los hizo a los dos. |
03 | El hombre precavido ve el mal y se esconde, los incautos siguen adelante y la pagan. |
04 | Premio de la humildad son el temor del Señor, la riqueza, el honor y la vida. |
05 | Hay espinas y trampas en el camino del hombre tortuoso: el que cuida de sí mismo se aparta de ellas. |
06 | Inicia al niño en el camino que debe seguir, y ni siquiera en su vejez se apartará de él. |
07 | El rico domina a los pobres y el deudor es esclavo del acreedor. |
08 | El que siembra injusticia cosechará desgracias y la vara de su furor lo aniquilará. |
09 | El hombre generoso será bendecido, porque comparte su pan con el pobre. |
10 | Echa al insolente y cesará la pelea: no habrá más discordias ni insultos. |
11 | El que ama la pureza del corazón y habla con gracia, tiene al rey por amigo. |
12 | Los ojos del Señor vigilan la ciencia, y él confunde las palabras del traidor. |
13 | El perezoso dice: «Afuera hay un león, voy a ser ultimado en medio de la calle». |
14 | Fosa profunda es la boca de las mujeres ajenas: el que irrita al Señor caerá en ella. |
15 | La necedad está adherida al corazón del joven: la vara de la corrección la alejará de él. |
16 | El que explota al débil para engrandecerse tendrá que dar al rico y acabará en la indigencia. |
17 | Palabras de los sabios. Inclina tu oído, escucha mis palabras, y presta atención a mi experiencia: |
18 | será una delicia conservarlas dentro de ti y tenerlas siempre a punto sobre tus labios. |
19 | Para que pongas tu confianza en el Señor, hoy te voy a instruir también a ti. |
20 | ¿Acaso no te he escrito treinta discursos, que contienen consejos e instrucciones, |
21 | para hacerte conocer con exactitud las palabras verdaderas, y así puedas responder fielmente al que te envía? |
22 | No robes al débil porque es débil, ni atropelles al pobre en la puerta de la ciudad, |
23 | porque el Señor defenderá su causa, y a los que lo despojan, los despojará de la vida. |
24 | No te juntes con un hombre irascible ni vayas con un hombre iracundo, |
25 | no sea que aprendas sus costumbres y te pongas una trampa a ti mismo. |
26 | No seas de los que estrechan la mano, de los que salen fiadores por una deuda: |
27 | si no tienes con qué pagar, te quitarán el lecho donde te acuestas. |
28 | No desplaces los linderos antiguos, esos que colocaron tus padres. |
29 | ¿Ves a un hombre hábil en su oficio? El se presentará delante de los reyes y no estará al servicio de gente mediocre. |