01 | Escuchen, hijos, la instrucción de un padre, presten atención, para poder comprender: |
02 | lo que yo les doy es una sana doctrina, no abandonen mi esperanza. |
03 | Yo también fui un hijo para mi padre, tierno y muy querido a los ojos de mi madre. |
04 | Él me decía para instruirme: Que tu corazón retenga mis palabras, observa mis mandamientos y vivirás. |
05 | Adquiere la sabiduría, adquiere la inteligencia, no olvides las palabras de mi boca ni te desvíes de ellas. |
06 | No la abandones, y ella te protegerá, ámala, y ella te cuidará. |
07 | El comienzo de la sabiduría es tratar de adquirirla; con todo lo que poseas, adquiere la inteligencia. |
08 | Apréciala al máximo, y ella te encumbrará; te glorificará, si tú la abrazas. |
09 | Pondrá en tu cabeza una diadema de gracia, te obsequiará una corona de gloria. |
10 | Escucha, hijo mío, y recibe mis palabras, y tus años de vida se multiplicarán. |
11 | Yo te instruyo sobre el camino de la sabiduría, te encamino por senderos rectos. |
12 | Cuando camines, no se acortará tu paso, y si corres, no tropezarás. |
13 | Aférrate a la instrucción, no la sueltes; guárdala bien, porque ella es tu vida. |
14 | No entres en la senda de los malvados ni avances por el camino de los malos. |
15 | Evítalo, no pases por allí, desvíate de él, y pasa de largo. |
16 | Porque ellos no duermen, si no hacen el mal; pierden el sueño, si no hacen caer a alguien, |
17 | ya que se alimentan con el pan de la maldad y beben el vino de la violencia. |
18 | La senda de los justos es como la luz del alba, que va en aumento hasta que es pleno día. |
19 | Pero el camino de los malos es como una densa oscuridad: ellos no saben dónde van a tropezar. |
20 | Hijo mío, presta atención a lo que te digo, inclina tu oído a mis palabras. |
21 | Que ellas no se aparten de tus ojos, guárdalas bien dentro de tu corazón, |
22 | porque son vida para los que las encuentran y salud para todo ser viviente. |
23 | Con todo cuidado vigila tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida. |
24 | Aparta de ti las palabras perversas y aleja de tus labios la malicia. |
25 | Que tus ojos miren de frente y tu mirada vaya derecho hacia adelante. |
26 | Fíjate bien dónde pones los pies y que sean firmes todos tus caminos. |
27 | No te desvíes ni a derecha ni a izquierda, aparta tus pies lejos del mal. |