01 | Del maestro de coro. Según la melodía de «La paloma de los dioses lejanos». De David. Mictán. Cuando los filisteos se apoderaron de él en Gat. |
02 | Ten piedad de mí, Señor, porque me asedian, todo el día me combaten y me oprimen: |
03 | mis enemigos me asedian sin cesar, son muchos los que combaten contra mí. |
04 | Cuando me asalta el temor, yo pongo mi confianza en ti, Dios Altísimo; |
05 | confío en Dios y alabo su Palabra, confío en él y ya no temo: ¿qué puede hacerme un simple mortal? |
06 | Me afligen constantemente con sus palabras, sólo piensan en hacerme daño; |
07 | conspiran, se esconden y siguen mis rastros, esperando la ocasión de quitarme la vida. |
08 | ¿Podrán librarse a pesar de su maldad? ¡Derriba a esa gente, Dios mío, con tu enojo! |
09 | Tú has anotado los pasos de mi destierro; recoge mis lágrimas en tu odre: ¿acaso no está todo registrado en tu Libro? |
10 | Mis enemigos retrocederán cuando te invoque. Yo sé muy bien que Dios está de mi parte; |
11 | confío en Dios y alabo su palabra; |
12 | confío en él y ya no temo: ¿qué pueden hacerme los hombres? |
13 | Debo cumplir, Dios mío, los votos que te hice: te ofreceré sacrificios de alabanza, |
14 | porque tú libraste mi vida de la muerte y mis pies de la caída, para que camine delante de Dios en la luz de la vida. |