El genio de la computación eligió primero acumular una fortuna para luego ponerla al servicio de los demás.
Bill Gates (55) trabajó para Henry Edward Roberts (1941-2010)inventor de las PC. En 1975 Roberts diseñó la primera computadora personal comercial y por eso se le reconoce como su “padre inventor”. Gates que tenía entonces 20 años y estudiaba en Harvard diseñó el software de las PC de Roberts. A partir de entonces van a trabajar en una misma dirección pero por caminos diversos.
En 1977 Robert malbarata MITS su compañía de computadoras personales en sólo 6 millones de dólares para ir a vivir a Georgia (la empresa estaba en Nuevo México), estudiar Medicina y convertirse en médico rural. El 1 de abril del 2010 murió con la convicción de que su decisión había sido buena y que su gran aportación a la sociedad fue salvar vidas humanas.
A partir de su trabajo para MITS Gates desarrolla junto con Paul Allen Microsoft. Ahí empieza a hacer su inmensa fortuna que se estima hoy en 80000 millones de dólares. En 1994 junto con su esposa crean la Fundación Bill y Melinda Gates. En ese entonces el empresario tenía 39 años. Han pasado 19 años de su primer trabajo con Roberts. A partir de entonces la fundación no ha dejado de crecer.
En el 2006 las acciones de Gates en Microsoft pasan a ser propiedad de la fundación. A partir de entonces se dedica de tiempo completo a presidir la institución filantrópica creada por él. Desde entonces su tarea central igual que Roberts es ayudar a los demás. La estrategia es distinta. Primero se dedicó a hacer miles de millones de dólares para después invertirlos en distintos programas de desarrollo social en todo el mundo.
En más de una ocasión Gates ha expresado su convicción; alguna vez ha dicho necesidad de devolver a la sociedad lo mucho que ella le ha dado. El impacto que hoy tienen los programas que apoya la fundación en Estados Unidos y todo el mundo, en particular África y Asia, es enorme. Se enfocan fundamentalmente a salud y el desarrollo global.
Los dos genios de la computación eligieron caminos distintos para ayudar a los demás pero no se cuestionaron el hacerlo. Ellos asumieron su responsabilidad social y actuaron en consecuencia. El primero tomó la decisión de irse a vivir ahí donde estaban los pobres para ponerse a su servicio. El otro eligió primero acumular una fortuna para luego ponerla al servicio de los demás.
¿Quién hizo la mejor decisión? Cada quien optó por el camino que pensó mejor. Las vidas y la decisión de Roberts y de Gates invitan a los empresarios del mundo de México a plantearse sus propias respuestas. En estos dos hombres de su tiempo no estuvo en duda la necesidad de hacer algo por los demás y la pregunta se redujo al cómo. Pienso que ése debe ser el cuestionamiento de todo ciudadano en la sociedad de hoy. Rubén Aguilar Valenzuela |
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